Piedra y yeso

El problema que todo el mundo conoce.

El moho crece, prospera y se multiplica especialmente en la mampostería (húmeda). Una limpieza superficial no suele bastar para eliminar el moho de forma duradera. Además de la limpieza en profundidad, también es necesario limpiar las ranuras más pequeñas para conseguir el resultado deseado.

Sistemas de control del aire

El choque de la humedad almacenada sobre el aire frío provoca la formación de condensación. La acumulación de condensación en el fondo de los conductos de aire y el encuentro allí con polen microscópico sirve de caldo de cultivo para la proliferación incontrolada de moho.

Aire acondicionado

Los depósitos de agua y la fuente de alimento asociada para el crecimiento de moho tampoco son infrecuentes en las unidades de aire acondicionado. Además, la circulación del aire y la consiguiente distribución de las esporas por todo el espacio vital y de trabajo sientan las bases para una mayor infestación de moho.

Frigoríficos

La contaminación y la condensación en el interior y en los componentes de los aparatos de refrigeración también son un caldo de cultivo para la aparición de moho. En particular, las zonas que no son visibles suelen estar infestadas de moho.

Madera

La madera, probablemente la materia prima más conocida y sostenible del mundo, proporciona a los mohos nutrientes de alta calidad, incluida la celulosa, para su rápido crecimiento.

Cajas y embalajes de cartón

El papel, el cartón y otros materiales de embalaje similares almacenan un alto nivel de humedad, tanto en interiores como en exteriores, por lo que son un caldo de cultivo para la proliferación de moho a largo plazo.

Textiles

Ni siquiera los tejidos están a salvo de la infestación de moho. Los textiles doblados o almacenados en locales húmedos constituyen una base rica en nutrientes para el moho.